English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

CULTIVO HIDROPONICO



El cultivo de las plantas sin suelo se desarrolló a partir de investigaciones llevadas a cabo para determinar que sustancias hacían crecer a las plantas y la composición de ellas.

A comienzos de los años treinta, científicos de la Universidad de California, pusieron los ensayos de nutrición vegetal a escala comercial, denominando “Hidropónico” a este sistema de cultivo, palabra derivada de las griegas hydro (agua) y ponos (labor, trabajo), es decir literalmente “trabajo en agua”.

Los cultivos hidropónicos o hidroponía pueden ser definidos como la técnica del cultivo de las plantas sin utilizar el suelo, usando un medio inerte, al cual se añade una solución de nutrientes que contiene todos los elementos esenciales vitales por la planta para su normal desarrollo. Puesto que muchos de estos métodos hidropónicos emplean algún tipo de medio de cultivo se les denomina a menudo “cultivo sin suelo”, mientras que el cultivo solamente en agua sería el verdadero hidropónico.

La primera aplicación comercial se inició durante la Segunda Guerra Mundial, ocasión en que las tropas norteamericanas solucionaron su problema de abastecimiento de verduras frescas con esta técnica de cultivo.

Hacia los años 60 - 70 como consecuencia de los diversos problemas que plantea el suelo, entre los que se destaca el difícil control hídrico nutricional y su creciente población de patógenos, la investigación de los países más avanzados técnicamente, sobre todo en el campo de la horticultura, se orientó hacia la búsqueda de sustratos que pudiesen sustituir al suelo. Desde entonces han sido varios los sustratos utilizados en horticultura, siendo los más importantes por su expansión a nivel comercial: turba, perlita, acícula de pino, arena, grava, diversas mezclas de estos materiales, lana de roca y N.F.T. (cultivo hidropónico puro). Todos ellos tienen un mayor o menor carácter hidropónico. Durante los años 70 en Europa tuvieron un gran desarrollo los cultivos en turba y el N.F.T. (Nutrient Film Technique). Sin embargo, ambos tipos de cultivos están siendo ahora desplazados a un segundo plano por el cultivo en lana de roca (Rock wool).

Las ventajas que presenta la técnica de cultivo sin suelo son las siguientes:


  • Provee a las raíces en todo momento de un nivel de humedad constante, independiente del clima o de la etapa de crecimiento del cultivo.


  • Reduce el riesgo por excesos de irrigación.


  • Evita el gasto inútil de agua y fertilizantes.


  • Asegura la irrigación en toda el área radicular.


  • Reduce considerablemente los problemas de enfermedades producidas por patógenos del suelo.


  • Aumenta los rendimientos y mejora la calidad de producción.

Las características que debe poseer cualquier material para ser usado como sustrato son las siguientes:


  • Ser de naturaleza inerte. Esto permite un buen control de la nutrición, que es casi imposible lograr en suelo debido a la gran cantidad de reacciones que en éste tienen lugar.
  •  
  • Tener una relación aire/agua equilibrada, para evitar los problemas de falta de aireación por riegos excesivos con la consecuente falta de oxigenación de las raíces.
  •  
  • Ser de fácil lavado de sales. Esto da opción a paliar en parte las pérdidas de producción que se suceden en cultivos en suelo (especialmente los arcillosos o suelos con napa freática alta) por acumulación de dichas sales.

Los sustratos que poseen en mayor o menor grado las características mencionadas anteriormente son: Turba, Perlita, Lana de Roca, Grava, Arena, Vermiculita.

Arena

Ente los sustratos mencionados, el que tendría mayores posibilidades de ser usado en varios países sería la arena, por ser el más económico y además supone un distanciamiento menos drástico de las metodologías tradicionales del cultivo en suelo.

Las características físicas de la arena se pueden resumir en una alta densidad y una baja capacidad de retención de humedad útil para la planta. Estas propiedades se han aprovechado usándola en mezclas con otros sustratos como la turba, proporcionando un mayor drenaje y aireación del sustrato.

Las propiedades químicas dependen fundamentalmente del origen granítico o silíceas presentan una baja actividad química. Cuando proceden de rocas calcáreas provocan alteraciones químicas en la solución nutritiva que se les aplica, aumentan el pH, liberan Calcio y Magnesio, pueden retener o bloquear a otros nutrientes, como el Hierro, Cobre, Magnesio, Boro y Fósforo. Con el tiempo también se alteran sus propiedades físicas iniciales, tendiendo a descomponerse en partículas más finas y producir sedimentos. Es evidente por tanto que estas arenas no son las más adecuadas, puesto que al modificar los parámetros nutritivos de referencia, se pierde una de las principales ventajas, como es el control directo de la nutrición del cultivo.

La arena se pone en el centro de una lámina de polietileno coextrusado blanco - negro, (blanco por fuera y negro por dentro). El color blanco en la parte externa permite por reflexión de la luz solar aumentar la luminosidad al interior del invernadero. El color negro por la interior, impide el paso de la luz y por lo tanto inhibe el crecimiento de malezas y algas; de espesor 0.07 mm. a 0.1 mm. y de 1.5 m. de ancho aproximadamente. Posteriormente los lados de esta lámina se cierran sobre la arena formando un largo saco, de unos 50 - 60 cm. de ancho y 15 - 20 cm. de altura en su parte central.

El suelo se deja con una ligera pendiente en el sentido longitudinal del saco y bien nivelado, para evitar que se produzcan encharcamientos o zonas secas en las irregularidades del terreno.

La colocación de la lámina de plástico y la arena se ha mecanizado, modificando un apero destinado originalmente a extender plástico, al que se le ha incorporado una tolva que vierte la arena, de este modo una vez nivelado el suelo la preparación de los sacos es muy rápida y económica. En casos en que resulta imposible la mecanización, se ha optado por preparar pequeños sacos de 1 m. de largo que van distribuidos posteriormente en el invernadero. Sin embargo esto supone un costo adicional, pero tiene la ventaja que en caso de una infección, se limita ésta, a un solo saco y por tanto afecta pocas plantas.

El drenaje del sustrato se efectúa por un extremo del saco o mediante unos cortes a 5 cm. de altura del mismo para mantener siempre una reserva de agua.

El riego se efectúa mediante goteros de botón situados junto a cada planta, con un caudal de trabajo de 2 lt/hora. Debido al reducido volumen disponible y la baja capacidad de retención de agua útil que tiene la arena son necesarios numerosos riegos diarios a bajas dosis. En los meses de máxima demanda fácilmente son necesarios 12 riegos diarios.

Paralelamente a esta técnica de cultivo en arena se ha ido adoptando toda una tecnología de control de riego y fertilización, la cual se realiza mediante ordenadores que ajustan la inyección de fertilizantes y ácido según los registros medidos en el cabezal de acuerdo a los valores escogidos por el agricultor. El riego se hace con fertilizantes disueltos a una concentración preestablecida y con un pH que suele estar alrededor de 5. Para ello se disponen de 3 depósitos independientes, uno para el ácido nítrico, dado que las aguas utilizadas contienen una alta concentración de bicarbonato y es necesario un aporte importante de ácido para corregir el pH, y los otros dos para los fertilizantes, separando convenientemente los que son incompatibles en el medio concentrado. El fósforo se suministra siempre en forma de ácido fosfórico, para reducir el aporte de ácido nítrico y con ello el nivel total de nitrógeno en la solución.

Los ordenadores dispuestos para el control del cabezal, son de alta tecnología diseñados para el control total del invernadero, es decir, calefacción, ventilación, concentración de CO*, pero hasta el momento son subutilizados porque requiere de la implementación de una mayor infraestructura.


Las bases prácticas esencialmente están referidas a :


Drenaje: Debido a que el encharcamiento de agua por pequeña que sea, produce asfixia radicular, hay que evitar que se produzca. El drenaje que se efectuó por un extremo del saco fue insuficiente, porque primero es casi imposible micronivelar un terreno con terrones o piedras y segundo aunque el suelo se lograse micronivelar con una pendiente pareja, se observó que las propias raíces de las plantas a medida que se van desarrollando obstaculizan el flujo de agua produciendo los apozamientos que no se desean, por lo que fue necesario drenar a través de cortes efectuados a ambos costados del saco a una altura de 5 cm. del suelo. El drenaje también está relacionado con la colocación del saco; asunto muy importante cuando recién se está iniciando en esta técnica. La razón de poner el saco fue para buscar mejorar las bajas temperaturas nocturnas de invierno que limitan el desarrollo radicular.

Nivelación: Aunque los problemas de drenaje por mala nivelación se evitan en gran parte con los cortes laterales, no se evitan los problemas de deficiencia hídrica.

Riego: Debido al reducido volumen disponible y la baja capacidad de retención de agua útil que tiene la arena fueron necesarios numerosos riegos diarios a bajas dosis. El problema es que cuando las superficies son pequeñas, se puede hacer con los sistemas actualmente en uso, pero al aumentar las superficies se hace impracticable, requiriéndose de programadores y ordenadores que ajusten el riego e inyección de fertilizantes según mediciones periódicas.

En cuanto a los costos de la implementación del cultivo en arena, significa aumentar en un 10% los costos de inversión. Pero a su vez reduce los costos de operación en un 10% aproximadamente, ya que elimina múltiples labores manuales entre las que se incluyen: rotura de suelo, aradura, rastraje, aplicación e incorporación de guano, confección de mesas de plantación, fumigación de suelo y postura del mulch de polietileno. Además se elimina la compra de guano y fumigantes.



HIDROPONIA POPULAR

Introducción y Objetivos

La hidroponía popular o “cultivo sin tierra” permite, con reducido consumo de agua y pequeños trabajos físicos pero con mucha dedicación y constancia, producir hortalizas frescas, sanas y abundantes en pequeños espacios de las viviendas, aprovechando en muchas ocasiones elementos desechados, que de no ser utilizados causarían contaminación. La hidroponía popular puede ser denominada una tecnología de desecho y de lo pequeño.

Con esta tecnología de agricultura urbana se aprovecha productivamente parte del tiempo libre del que siempre disponen algunos miembros de la familia y que, por lo general, es desaprovechado en actividades que poco contribuyen al desarrollo y la proyección del núcleo familiar. Las productividades potenciales de los cultivos hidropónicos, cuando son realizados en condiciones tecnológicas óptimas, son superiores a las obtenidas mediante el sistema tradicional de cultivo hortícola (cuadro 1).


CULTIVO

HIDROPONICO

COSECHAS (*)

TRADICIONAL


Tomate

375

2

100


Pepino

750

3

30


Lechuga

313

10

52


Pimentón

96

3

16


Repollo

172

3

30


(*) Número de cosechas al año.

Cuadro 1. Productividad en cultivos hidropónicos (ton/año).


  • Los objetivos más importantes de la Huerta Hidropónica Popular (HHP) son los siguientes:


  • Mejorar la cantidad y la calidad de la alimentación familiar, sin aumentar los costos.


  • Fortalecer la economía familiar, generando ingresos y disminuyendo los costos de la canasta básica de alimentos.


  • Crear fuentes de trabajo en las ciudades o en sectores donde no hay fácil acceso a un empleo estable.


  • Generar y promover actitudes positivas hacia la autogestión comunitaria.


  • Fomentar la microempresa, iniciándola por medio del aprovechamiento del tiempo libre de algunos miembros de la familia.


  • Dar a personas de avanzada edad o con limitaciones físicas y mentales, la posibilidad de sentirse útiles y valiosas para su familia, para la comunidad y para sí mismas


  • Inducir en los niños un interés precoz por las actividades productivas a nivel familiar y por el trabajo conjunto en el lugar mismo donde se desarrollan.

Localización E Instalación De Una Huerta Hidropónica

Una vez decididos a formar nuestra Huerta Hidropónica Popular (HHP), uno de los primeros pasos es definir el lugar donde la vamos a ubicar. Estas huertas pueden ser localizadas en distintos lugares de la vivienda (paredes, techos, patios, ventanas, terrazas, etc.).

Existen algunos criterios importantes que deben ser tomados en cuenta para obtener mayor eficiencia, mejores resultados y éxito en el producto final y en la empresa comercial que nos proponemos. El criterio más importante es ubicar la huerta en un lugar donde reciba como mínimo 6 horas de luz solar. Para esto es recomendable utilizar espacios con buena iluminación, y cuyo eje longitudinal mayor esté orientado hacia el norte. Se deben evitar aquellos espacios sombreados por árboles, los lugares inmediatos a casas u otras construcciones y los sitios expuestos a vientos fuertes.

La mayoría de los cultivos hidropónicos se hacen a libre exposición, pero en aquellas zonas caracterizadas por excesivas lluvias se deberá prever la instalación de algún tipo de techo plástico transparente, de uso agrícola.

Es también muy importante la proximidad a una fuente de agua para los riesgos, con el fin de evitar la incomodidad y el esfuerzo que significa transportar los volúmenes de agua necesarios.

Algunos elementos, como los recipientes plásticos para el almacenamiento del agua y los nutrientes, la regadera y un pulverizador, deberían estar cerca de los cultivos de la huerta; ya que son elementos que se utilizarán muy frecuentemente. Es importante prevenir ataques de pájaros, que pueden producir daños importantes, especialmente cuando se utiliza un sustrato sólido, como cascarilla de arroz.

La idea de que los cultivos sin tierra sólo se pueden obtener en condiciones de invernaderos plásticos no es completamente cierta. Algunas experiencias conducidas en distintos países de América Latina y el Caribe con cultivos de apios, acelgas, lechugas, nabos, pepinos, perejil, rabanitos, tomates y otras hortalizas, sin utilizar cobertura plástica, indican que es posible obtener buenos productos y plantas a la libre exposición, cuando ellas están adaptadas a las condiciones ambientales del lugar donde se cultivan.

La cubierta plástica (o de vidrio) sólo se necesita cuando se cultivan hortalizas o plantas fuera de las condiciones a las cuales están adaptadas y cuando se desea evitar los riesgos de infecciones y ataques de algunos de sus enemigos naturales. Cuando existen diferencias ambientales (heladas o temperaturas muy elevadas) es posible compensarlas con una mejor nutrición y cuidados a través del cultivo hidropónico.

Hay hortalizas que se adaptan a todas las condiciones de clima de la mayor parte de las regiones habitadas del mundo. Así, es posible cultivar repollos, arvejas, cebollas, frutillas o fresas, y plantas aromáticas y ornamentales, en épocas o climas fríos; también se puede cultivar porotos verdes, acelgas, tomates, cilantro, pepinos, betarragas, y muchas otras plantas, en épocas o climas intermedios; y ají, albahaca, zapallos, melones, pimentones, sandias, tomates y otras, en épocas o climas calientes.

Es muy importante y se recomienda decididamente que el lugar destinado a la huerta hidropónica popular esté cercado, para impedir la entrada de animales domésticos (aves de corral, conejos, gatos, perros, etc.) o personas irresponsables. Este es uno de los elementos limitantes para iniciar y hacer prosperar una HHP. Si no es posible aislar la huerta de este tipo de animales o personas, la recomendación es no invertir ningún esfuerzo, por que más tarde o más temprano éste será perdido, generándose una gran desmotivación.

Quienes, además de mejorar su alimentación, deseen obtener ingresos adicionales a través de una HHP, deberán planear una mayor producción, para lo cual es necesario disponer de mayores espacios. En estos casos, sin embargo, los criterios de ubicación siguen siendo los mismos.

El espacio en si mismo no es el factor más limitante para los cultivos hidropónicos. Es posible cultivar una HHP en menos de un metro cuadrado o en la mayor de las terrazas o patios caseros que se pueden tener en una vivienda urbana.

La mayoría de las HHP instaladas en diferentes países tienen un área que varía entre 10-20 m*, pero hay familias o grupos que cuentan con áreas de cultivo superiores a 200 m*, lo que les permite comercializar su producción.

Combinando las diferentes formas de HHP que existen (canales horizontales recostados en las paredes de las viviendas o muros; canales angostos y poco profundos; camas de cultivo hechas en madera; recipientes tubulares verticales en PVC o plástico; simples tiestos plásticos individuales, etc.) se puede tener una atractiva y provechosa huerta de hortalizas limpias y nutritivas.

Recipientes Y Contenedores

Los tipos de recipientes y contenedores que se pueden usar o construir deben estar de acuerdo con el espacio disponible, las posibilidades técnicas y económicas, y las necesidades y aspiraciones de progreso y desarrollo del grupo familiar.

Para iniciar la HHP e ir adquiriendo los primeros conocimientos prácticos podemos utilizar, por ejemplo, cajones de empacar frutas; neumáticos o llantas viejos; bañeras infantiles; fuentes plásticas en desuso; o bidones plásticos rotos, recortados por la mitad. Recipientes tan pequeños como los envases plásticos para helados, los vasos plásticos desechables y los potes de aceite o margarina, son suficientes para cultivar acelgas, cebollas, cilantro, lechugas, perejil y otras hortalizas.

Las bolsas o mangas plásticas de color negro, como las que se usan para plantas de viveros, son recipientes económicos, fáciles de usar y muy productivos en pequeños espacios. Las bolsas son aptas para especies como tomate, pepino, pimentón y cebolla. A medida que se progresa en el aprendizaje y se comprueba la eficiencia del sistema se pueden instalar en las paredes, canales o canoas hechas con plástico negro, sostenido con hilos o pitas colgadas de las paredes o colocadas en la base de ellas.

Si se dispone de espacio suficiente es importante no quedarse solamente con estos contenedores pequeños; el progreso en conocimientos debe unirse a la ampliación del tamaño de los cultivos y a la diversificación de las especies. Una superficie de 30 m* de HHP permite obtener un ingreso constante a lo largo del año.

En la expansión de la huerta pueden incluirse contenedores de madera de por lo menos 1.5 m* de área, mangas verticales y otro tipo de estructuras más productivas y que demandan el mismo tiempo y esfuerzo que una gran cantidad de los pequeños recipientes que nos han servido para adquirir las primeras experiencias.

Si además de producir alimento sano para nuestra familia deseamos obtener un ingreso extra a través de la HHP, debemos pensar en construir un número de contenedores que nos permitan una mayor producción de especies vegetales (hortalizas, plantas medicinales, ornamentales y forrajeras).


Características De Los Recipientes Y Contenedores


Las dimensiones (largo y ancho) de los contenedores pueden ser muy variables, pero su profundidad en cambio no debe ser mayor de 10 - 12 cm, dado que en el sistema HHP no es necesario un espacio mayor para el desarrollo de las raíces de las plantas. Se exceptúan sólo dos casos:


  1. Cuando se requiere cultivar zanahorias, la profundidad del contenedor debe ser como mínimo de 20 centímetros.
  2. Para producir forraje hidropónico debe ser como máximo de 5 centímetros.

En el caso de los demás cultivos, las dimensiones máximas recomendadas para estas cajas son las siguientes: largo 2,0 m., ancho 1,20 m. y profundidad 0,12 m.

Dimensiones superiores a éstas implican mayores costos en materiales (madera, plástico, sustrato) y mayores dificultades y riesgos en el manejo. Las dimensiones mínimas son muy variables, pues dependen de las disponibilidades de espacio, los materiales que se puedan conseguir a menor costo y de los objetivos de la huerta (aprendizaje, recreación, experimentación o producción para la venta).

Materiales Y Construcción Del Contenedor

Los materiales que se necesitan son los siguientes:


  • Tablas en desuso o nuevas, dependiendo de las posibilidades económicas (dos de 2,0 m.; dos de 1,20 m.; trece de 1,30 m. y seis de 0,32 m. de largo).


  • 110 clavos de 1* pulgada, martillo, serrucho, engrapadora y cinta métrica


  • 3.68 m* (2.36 x 1.56 m.) de plástico negro de calibre 0.10


  • 10 cm de manguerita de polietileno o caucho, de color negro, de 7 a 10 mm de diámetro.

  • Sustratos O Medios De Cultivo

Características De Un Buen Sustrato

Los sustratos deben tener gran resistencia al desgaste o a la meteorización y es preferible que no tengan sustancias minerales solubles para no alterar el balance químico de la solución nutritiva que será aplicada. El material no debería ser portador de ninguna forma viva de macro o microorganismo, para disminuir el riesgo de propagar enfermedades o causar daño a las plantas, a las personas o a los animales que las van a consumir.

Lo más recomendable para un buen sustrato es:


  • Que las partículas que lo componen tengan un tamaño no inferior a 0.5 y no superior a 7 milímetros.

  • Que retengan una buena cantidad de humedad (ver cuadro 2), pero que además faciliten la salida de los excesos de agua que pudieran caer con el riego o con la lluvia.

  • Que no retengan mucha humedad en su superficie.

  • Que no se descompongan o se degraden con facilidad.

  • Que tengan preferentemente coloración oscura.

  • Que no contengan elementos nutritivos.

  • Que no contengan microorganismos perjudiciales a la salud de los seres humanos o de las plantas.

  • Que no contengan residuos industriales o humanos.

  • Que sean abundantes, fáciles de conseguir, transportar y manejar.

  • Que sean de bajo costo.

  • Que sean livianos (ver cuadro 3).


SUSTRATO

PORCENTAJE

Peso

PORCENTAJE

Volumen


Lana de roca

1.300

80


Vermiculita

382

44


Piedra pómez

59

20


Escoria de carbón

50

35


Cascarilla de arroz

40

11


Escorias volcánicas

14

13


Arena

12

16


Gravilla

4

7


Cuadro 2. Capacidad de retención de agua de diferentes sustratos.


Sustratos

kg./dm

cúbico


Corteza

0.2 - 0.3


Arena

2.0


Piedra pómez

0.5 - 0.9


Cascarilla de arroz

0.12


Escoria de carbón

0.6 - 0.85


Cuadro 3. Densidad de diferentes sustratos.

Los materiales ya probados en varios países de América Latina y el Caribe y que cumplen con la mayoría de estos requisitos se clasifican como sigue:

Sustratos De Origen Orgánico




Cascarilla de arroz.


Aserrín o viruta desmenuzada de maderas amarillas.

Cuando se utilizan residuos de madera (aserrín), es preferible que no sean de pino ni de maderas de color rojo, porque éstos contienen sustancias que pueden afectar a las raíces de las plantas. Si sólo es posible conseguir material de estas maderas, el aserrín o viruta se lava con abundante agua y se deja fermentar durante algún tiempo antes de utilizarlo. No debe ser usado en cantidad superior al 20% del total de la mezcla.

Si se utiliza cascarilla de arroz, es necesario lavarla, dejarla fermentar bien y humedecerla antes de sembrar o trasplantar durante 10 a 20 días, según el clima de la región (menos días para los climas más calientes). Las características, propiedades físico -químicas y ventajas de la cascarilla de arroz están descritas en el cuadro 4.



Baja tasa de descomposición.


Buen drenaje.



Liviana.


Alta aireación.



Inerte.


Baja retención de la humedad.



Bajo costo.


Requiere fermentación y lavado previo.



Densidad

0.12 - 0.13 g/ml


CIC*

2 - 3 meq/100 ml


Retención de humedad

0.10 - 0.12 l/l


Análisis químico

N (%)

: 0.5 - 0.5


P (%)

: 0.08 - 0.1


K (%)

: 0.2 - 0.4


Ca (%)

: 0.1 - 0.15


Mg (%)

: 0.1 - 0.12


S (%)

: 0.12 - 0.14


SiO (%)

: 10 - 12


Cenizas (%)

: 12 - 13


Fe (ppm)

: 200 - 400


Mn (ppm)

: 200 - 800


Cu (ppm)

: 3 - 5


Zn (ppm)

: 15 - 30


B (ppm)

: 4 - 10


*capacidad de intercambio catiónico.

Cuadro 4. Características , ventajas y propiedades físico-químicas de la cascarilla de arroz

Sustratos De Origen Inorgánico




Escoria de carbón mineral quemado.


Escorias o tobas volcánicas.


Arenas de ríos o corrientes de agua limpias que no tengan alto contenido salino.


Grava fina.


Maicillo.

Cuando se usan escorias de carbón, tobas volcánicas o arenas de ríos, estos materiales deben lavarse cuatro o cinco veces en recipientes grandes, para eliminar todas aquellas partículas pequeñas que flotan. El sustrato ya está en condiciones de ser usado cuando el agua del lavado sale clara. Si las cantidades de sustrato que se necesitan son muy grandes, entonces se deben utilizar harneros o mallas durante el lavado, para retener las partículas de tamaño superior a medio milímetro. También deben excluirse las que tengan tamaño superior a 7 mm.

El exceso de partículas con tamaños inferiores al mínimo indicado dificultan el drenaje de los excedentes de agua y, por lo tanto, limitan la aireación de las raíces. Los tamaños superiores impiden la germinación de las semillas pequeñas, como la de apio y lechuga, y además restan consistencia al sustrato. Lo anterior limita la retención de humedad y la correcta formación de bulbos, raíces y tubérculos.

Algunas escorias de carbón o de volcanes tienen niveles de acidez muy altos y algunas arenas (como las arenas de mar) los tienen muy bajos (son alcalinas). Estos materiales deben ser lavados muy cuidadosamente, hasta que no les queden sustancias que los hagan muy ácidos o muy básicos.

Si no es posible acondicionar con el lavado estos materiales a niveles de acidez ligeramente ácidos o próximos a la neutralidad (pH 6.5 - 7.0) es preferible excluirlos y utilizar otros. Ello es preferible antes que afectar la eficiencia de las soluciones nutritivas que se aplicarán y, por lo tanto, el desarrollo de los cultivos en una HHP.

Mezclas



Todos los materiales mencionados se pueden utilizar solos. Sin embargo, algunas mezclas de ellos han sido probadas con éxito, en diferentes proporciones, para el cultivo de más de 30 especies de plantas.

Las mezclas más recomendadas de acuerdo con los ensayos hechos en varios países de América Latina y el Caribe son:


50 % de cáscara de arroz con 50 % de escoria de carbón.


80 % de cáscara de arroz con 20 % de aserrín.


60 % de cáscara de arroz con 40 % de arena de río.


60 % de cáscara de arroz con 40 % de escoria volcánica.

En el sistema HHP con sustrato sólido, la raíz de la planta crece y absorbe agua y nutrientes que son aplicados diariamente a la mezcla de materiales sólidos.

En el método de sustrato líquido o raíz flotante, el agua se usa con el mismo fin, permitiendo el desarrollo de las raíces, y la absorción de agua y de las sustancias nutritivas adicionales. Este sistema sólo se recomienda para el cultivo de lechugas de diferentes variedades, apio y albahaca. Se han probado otros cultivos, pero los resultados no han sido satisfactorios en todos los lugares.

Los sistemas de cultivo en medios sólidos o líquidos serán explicados en detalle más adelante.





















Preparación, Siembra Y Manejo De Los Almácigos



A continuación se analizará como preparar, sembrar y manejar correctamente un almácigo o germinador, que proveerá las plántulas necesarias para la HHP de aquellas especies que requieran trasplante ( ver cuadro 5 ). En el cuadro 6 se describen las especies aptas para siembra directa (no requieren almácigo - trasplante) en sustratos sólidos.


Cuadro 5. Especies que se siembran por el sistema de trasplante en HHP. Número de semillas por gramo, distancias y

profundidad de siembra en el germinador.

* El número de semillas varía según su calidad (variedades o híbridos y el porcentaje de impurezas que vengan en el envase).

c.s.: casi superficial.




Periodo transcurrido desde:




Especie

Siembra a germinación

Germinación a cosecha

Profundidad de siembra




(días)

(días)

(cms.)


Ajo*

8

120

2


Arveja

5

90

3


Betarraga**

10

120

3


Cilantro

17

60

2


Frutilla*

15

90




Haba

8

100

4


Melón

6

90

3


Nabo**

5

80

1


Pepino de ensalada

5

70

3


Poroto verde

5

70

3


Rabanito

4

30

2


Sandía

8

90

4


Zanahoria

18

120

c.s.


Zapallo común

7

120

4


zapallo italiano

7

90

3


Cuadro 6. Especies de siembra directa en HHP. Períodos de tiempo transcurridos entre fases y profundidad de siembra.

* Su multiplicación es vegetativa o asexual.

** Estas especies se pueden sembrar directamente y también se pueden trasplantar.

El almácigo no es otra cosa que un pequeño espacio al que le damos condiciones adecuadas (óptimas) para garantizar el nacimiento de las semillas y el crecimiento inicial de las plántulas. Debe procurarse un cuidado inicial especial para que no existan problemas en el desarrollo de las plantitas.

Para hacer los almácigos utilizaremos sustratos preparados con mayor detalle que lo indicado anteriormente. No se pueden dejar partículas muy grandes ni pesadas, porque éstas no permitirán la emergencia de las plantitas recién nacidas. Las condiciones de humedad deben ser más controladas, ya que ni las semillas ni las plantas recién nacidas se desarrollarían si no tienen la cantidad de humedad suficiente.

El sustrato utilizado para hacer los almácigos en HHP debe ser muy suave, limpio y homogéneo. Se lo debe nivelar muy bien para que al trazar los surcos y depositar las semillas no queden unas más profundas que otras; esto afectaría la uniformidad del nacimiento y del desarrollo inicial.

No se deben hacer almácigos en tierra para luego trasplantarlos a sustratos hidropónicos. Las plantas que se van a trasplantar en hidroponía se deben hacer en los sustratos sólidos descritos para HHP anteriormente. Una vez llena la caja o semillero con el sustrato se procede a hacer un riego suave y trazar los surcos. La profundidad y la distancia a la cual se tracen depende del tamaño de la semilla y del tamaño de los primeros estados de la planta (ver cuadro5).

Siembra Del Almácigo



Una vez preparado el sustrato, se dejan caer las semillas una por una dentro del surco, a las distancias recomendadas en el cuadro 5 para cada especie. Se deben sembrar los almácigos sin prisa, dado que todos los cuidados que se tengan serán compensados con un número elevado de plantitas sanas y vigorosas.

Luego de sembradas las semillas, con la palma de la mano se apisona suavemente el sustrato para expulsar el exceso de aire que pueda haber quedado alrededor de la semilla y aumentar el contacto de la misma con el sustrato. Después de este apisonamiento suave se riega nuevamente y se cubre el almácigo con papel de periódico en épocas normales y con papel más un plástico negro en épocas de temperaturas muy bajas, para acelerar un poco la germinación.

Cuidados De Los Almácigos

Durante los primeros días después de la siembra, el almácigo se riega una o dos veces por día para mantener húmedo el sustrato. El mismo día en que ocurre la emergencia de las plantitas se descubre el germinador y se deja expuesto a la luz, debiéndose protegerlo de los excesos de sol o de frío con una sencilla cobertura en las horas de mayor riesgo de deshidratación o de heladas. Si el destapado del germinador no se hace a tiempo (el día que se observan las primeras hojitas) las plantitas se estirarán buscando la luz y ya no servirán para ser trasplantadas. Estas plantas con tallos con apariencia de hilos blancos nunca serán vigorosas ni darán lugar a buenas plantas adultas.

A partir del nacimiento deben regarse diariamente, utilizando solución nutritiva (en la forma en que se explicará más adelante). Dos veces por semana se rompe la costra superficial que se forma en el sustrato por efecto de los riegos continuos (escarda), y se acerca tierra a la base de la planta (aporca) para mejorar el anclaje de las plantas y el desarrollo de sus raíces.

También se previenen y controlan las plagas que pudieran presentarse hasta que las plantas lleguen al estado ideal de ser trasplantadas en los contenedores definitivos. Esto ocurre aproximadamente entre los 20 y 40 días después de la germinación, dependiendo de las especies y de las condiciones del clima.

Endurecimiento De Las Plántulas



Unos cinco días antes del trasplante se disminuye la cantidad de agua aplicada durante los riegos y se les da mayor exposición a la luz para que consoliden mejor sus tejidos y se preparen para las condiciones más difíciles que afrontarán cuando hayan sido trasplantadas. Este proceso se llama endurecimiento de las plántulas. Al hacerlo hay que tener la precaución de que el proceso no cause trastornos a las plantas. No se suspende el suministro de nutrientes ni las escardas, sólo se disminuye la cantidad de agua y se exponen más al sol. El desarrollo final de un cultivo depende, en gran parte, del buen manejo que se le dé a los almácigos y del oportuno y cuidadoso trasplante al sitio definitivo.

Siembra Directa

Como fue explicado anteriormente (cuadro 6) no todas las especies necesitan almácigos para desarrollar sus primeras semanas de vida. Existen algunas especies que se siembran directamente en el sitio definitivo. Estas especies no resisten el trasplante o desde el comienzo se desarrollan con mucho vigor y no requieren cuidados especiales que garanticen sus primeros días de vida. Lo contrario ocurre con aquellas especies que tienen semillas muy pequeñas y, por lo tanto, dan lugar a plantitas débiles en los primeros días de vida. Otras especies se adaptan indistintamente a los dos sistemas: al trasplante o a la siembra directa.

Entre las especies que necesitan siembra en almácigo y trasplante están: albahaca, apio, brócoli, cebollas, coliflor, lechugas, pimentón, repollo y tomate.

Algunas de las especies que se adaptan a la siembra directa son: arvejas, cilantro, porotos, frutillas, melón, sandía, rabanito y zanahoria.

Las especies que se adaptan a los dos sistemas son menos: nabos, colinabos y betarraga.

Semillas



Las semillas que se utilizan en HHP son las mismas que se usan en la horticultura tradicional. Debe tratarse de sembrar semillas producidas y distribuidas por casas comerciales semilleristas de reconocida trayectoria, pues no deben sacrificarse las ventajas del sistema hidropónico utilizando cualquier tipo de semilla. A excepción de algunas semillas híbridas, como las de tomate, la mayoría de las semillas tiene un costo reducido. Pretender hacer ahorros en los costos de las semillas trae generalmente más perjuicios que beneficios.

Es importante comprender que la preparación, siembra y manejo de los almácigos es una etapa fundamental en el desarrollo posterior de la planta. Se debe tener mucho cuidado con el sustrato, la siembra, el riego, la regulación de los excesos de luz y temperatura y con la prevención y control de las plantas para obtener plantas sanas y vigorosas que nos garanticen buenos rendimientos en el tiempo adecuado.

Métodos Para Hacer Hidroponía Popular

Existen dos métodos:

Sistema De Sustrato Sólido



El sistema de sustrato sólido es eficiente para cultivar más de 30 especies de hortalizas y otras plantas de porte bajo y rápido crecimiento. Ha sido el más aceptado por la mayoría de las personas que en la actualidad trabajan en HHP, pues es menos exigente en cuidados que el segundo denominado de raíz flotante, que permite sembrar menos variedades de hortalizas.

Para sembrar directamente o trasplantar en sustratos sólidos se comienza ubicando el contenedor en el lugar apropiado, dándole la pendiente necesaria; luego se llena con el sustrato previamente mezclado y humedecido hasta dos centímetros antes del borde superior de la altura de la cama. El llenado de la cama debe iniciarse justamente en el lado donde se colocó el drenaje, con el fin de anclarlo para que no se mueva, lo cual podría ocasionar la salida del tubo de drenaje del plástico.

Se retiran los elementos extraños y partículas de tamaño superior al recomendado. Se riega suavemente para asegurar un buen contenido de humedad y se marcan los sitios donde se trasplantarán las plantas obtenidas del almácigo después del endurecimiento. Las mismas deberán ser regadas abundantemente en el almácigo una hora antes de arrancarlas e iniciar la labor de siembra en el sitio definitivo.

Es importante recordar que los sustratos no se deben colocar secos en ningún tipo de contenedor y menos en las mangas verticales; siempre deben mezclarse y humedecerse previamente. Lo anterior es debido a que resulta más difícil conseguir una adecuada distribución de la humedad; los continuos movimientos que se necesitarían para lograr la adecuada distribución del agua implicarían un alto riesgo de romper el plástico o de remover el tubo del drenaje.

En los sitios donde se han marcado las posiciones de las plantas se abren hoyos amplios y profundos (tanto como lo permita la profundidad del sustrato) teniendo la precaución de no romper el plástico. En cada hoyo se coloca la raíz de una planta, teniendo en cuenta que la misma no debe quedar torcida y que el cuello, que es la zona de unión entre la raíz y el tallo, debe quedar un centímetro por debajo de la superficie del sustrato. A medida que se va echando sustrato alrededor de la raíz, se va apisonando suavemente para que no queden bolsas de aire en contacto con la raíz.

Se riega nuevamente y, si es posible, se coloca alguna protección contra el sol durante los primeros tres días para que la planta no sufra deshidratación. Los trasplantes deben hacerse siempre en las últimas horas de la tarde en los períodos calurosos; en los períodos frescos pueden hacerse a cualquier hora.

Si la siembra se hace en forma directa, las semillas se ubican a las distancias y profundidades recomendadas según las especies. Después de la siembra se riega el sustrato y se cubre de la misma forma que se indicó para los germinadores, debiendo estar atentos para quitar la cobertura el primer día en que se observa la aparición de las plantitas.

En cualquiera de los casos (siembra por trasplante o siembra directa) diariamente se debe aplicar riego con solución nutritiva, tan pronto como aparezcan las raíces dentro del sustrato. Detalles de esta solución nutritiva, su composición, hora y frecuencias de aplicación, se analizarán más adelante.

A medida que se aplican los riegos y que transcurre el tiempo se van formando costras sobre la superficie del sustrato, que impiden que el aire penetre normalmente en sus espacios porosos, limitándose así la toma de agua y alimentos. Para evitar estas costras se escarda muy superficialmente dos o tres veces por semana entre los surcos de las plantas, teniendo el cuidado de no hacer daño a las raíces.

Parte del sustrato que se va soltando durante la escarda se puede arrimar a la base de las plantas para mejorar su anclaje y desarrollo radical. Esta labor es el aporque y, a manera de ilustración, resulta fundamental comenzarla en el cultivo de rabanitos rojos a partir de los primeros ocho días después de la germinación, para que el tallito rojo no permanezca al descubierto, dado que allí es donde se producirá el engrosamiento que conducirá, en 28 a 30 días, a la raíz bien formada de un fresco rabanito.

El sistema de sustrato también se emplea en las mangas verticales, mangas horizontales, canales plásticos sobre el piso, siembras en neumáticos o llantas viejas, y en otro tipo de contenedores.

Sistema De Raíz Flotante



El sistema de cultivo de raíz flotante ha sido encontrado eficiente para el cultivo de albahaca, apio y varios tipos de lechuga, con excelentes resultados, ahorro de tiempo y altas producciones. A pesar de su mayor complejidad es muy apto para las HHP.

El método utiliza un medio líquido que contiene agua y sales nutritivas. Este sistema ha sido denominado por quienes lo practican “cultivo de raíz flotante”, ya que las raíces flotan dentro de la solución nutritiva, pero las plantas están sostenidas sobre una lámina de “Plumavit”, que se sostiene sobre la superficie del líquido.

Este sistema ha sido muy eficiente en el cultivo de albahaca, apio y lechugas. Otras especies no han tenido un comportamiento uniforme en él, ya que es muy exigente en un cuidadoso manejo, especialmente de aireación, que en el caso de HHP se hace manualmente. Dado que la mayoría de las familias a las que se ha destinado esta propuesta no disponen de medios económicos ni de conocimientos técnicos suficientes para hacer instalaciones que permiten el reciclaje y aireación automática de la solución nutritiva, se propone, como se explicará más adelante, la aireación manual varias veces al día.

Como ejemplo estudiaremos el sistema de raíz flotante aplicado a una siembra de lechuga; en este sistema, el contenedor es igual al que se utiliza para los sustratos sólidos; la única diferencia consiste en que no es necesario conectar el drenaje del conector.

Se debe cortar una lámina de plumavit de 2½ centímetros (1 pulgada) de espesor, con un largo y ancho dos centímetros menor que el largo y ancho del contenedor. Marcamos las distancias a las que vamos a colocar las plantas, señalando con puntos gruesos el lugar donde irá cada planta. En el caso de las lechugas se utilizan láminas con dos distancias diferentes (densidad de plantación):


9 por 9 centímetros entre cada una, con disposición en forma de triángulo (caben más plantas por metro cuadrado que si las marcáramos en forma de cuadro). Estas distancias se utilizan para la etapa que se denomina post-almácigo, que tiene una duración de 15 a 20 días.


17 por 17 centímetros entre plantas. Estas son las distancias que se utilizan para el cultivo definitivo, que dura entre 25 y 35 días dependiendo de la temperatura, la luminosidad y la variedad de lechuga cultivada.

Para no tener que estar calculando y midiendo cada vez que deseamos hacer una nueva lámina para cultivo, se puede hacer una plantilla guía en papel o cartón, que se guarda para utilizarla cuando sea necesario perforar una nueva lámina.

Para perforar los hoyos en la lámina se aplica en cada punto señalado un pedazo de tubo redondo o cuadrado de una pulgada (2½ centímetros) de diámetro y 20 cm. de largo, previamente calentado en uno de sus extremos, el cual sacará un bocado del material dejando un orificio casi perfecto. Esto nos permitirá tener 126 hoyos por metro cuadrado en la distancia de 9 x 9 y 31 hoyos en la de 17 x 17. La lámina perforada se coloca dentro del contenedor y debe quedar con la posibilidad de un pequeño movimiento (no excesivo para que no penetre luz al líquido, que ocasionaría el crecimiento de algas y una mayor evaporación de agua dentro del contenedor).

Se corta una pieza de esponja plástica, que debe tener 2½ cm. de espesor, en cubitos de 3 x 3 cm. de largo y de ancho, previamente marcados formando una cuadrícula. Los cubitos se cortan con un cuchillo bien afilado, sin hacer mucha presión sobre la esponja para que no se deformen los cubitos. En cada uno se hace un corte vertical atravesando de arriba abajo la esponja. En ese corte es donde se trasplantará la planta que viene del almácigo. Se humedecen los cubitos previamente con solución nutritiva.

Al momento del trasplante, se procede a sacar las plantitas desde los almácigos y a lavarles la raíz para que no les quede nada de sustrato (sin tocarla ni maltratarla) e inmediatamente la colocamos en el corte que se hizo sobre el cubito de esponja, dejando el cuello de la planta exactamente 1 cm. por debajo de la superficie del cubito. Después se introduce con mucho cuidado los cubitos con las plantas en cada uno de los hoyos abiertos en la plancha de plumavit, extremando los cuidados para que la raíz quede vertical y sumergida en el líquido.

Cuando se han llenado todos los hoyos de la lámina, ésta se levanta para verificar que ninguna raíz haya quedado aprisionada entre la lámina y la esponja. Todas deben quedar derechas y sumergidas en el líquido. A continuación se coloca la solución nutritiva en la concentración que corresponde. En esta etapa, que se denomina de post-almácigo, las plantas permanecen entre dos y tres semanas según el clima y la variedad. A las dos o tres semanas han alcanzado entre 12 y 15 cm. de altura; entonces se procede a traspantarlas a otra lámina de plumavit en la que se han hecho perforaciones a una distancia de 17 cm. Las plantas de la primera lámina se pasan con la misma esponja a los otros contenedores. Cuando se ha terminado el segundo trasplante, también se coloca solución nutritiva, cuya concentración y forma se indicará más adelante.

En las planchas con perforaciones a mayor distancia, las plantas crecerán hasta que alcancen el tamaño final adecuado para el consumo. Esto ocurrirá entre cinco o seis semanas después del último trasplante y por eso a estas láminas se les denomina láminas de cultivo definitivo.

Tanto en el sistema de sustrato sólido como en el de raíz flotante, es preciso conocer los tiempos necesarios entre siembra y germinación; germinación y trasplante; y trasplante y cosecha (cuadro 7). Esta información es útil en la planificación del manejo de las HHP.




Período transcurrido (días)*




Especie

Siembra a germinación

Germinación a trasplante

Trasplante a cosecha


Acelga

12

18 - 25

70 c.p.


Apio

20

30 - 35

95


Berenjena

10

20 - 25

75


Betarraga

10

20 - 25

75


Brócoli

7

20 - 22

75


Cebolla

10

30 - 35

80


Cebollín

10

30 - 35

55


Ciboullet

10

30 - 35

70 c.p.


Coliflor

7

20 - 25

75


Espinaca

8

18 - 22

75


Lechuga flotante

5

15 - 18**

45


Lechuga en sustrato

5

20 - 22

55


Perejil liso

15

22 - 25

75 c.p.


Perejil rizado

15

22 - 25

70 c.p.


Pimentón

12

35 - 40

80


Puerro

10

35 - 40

80


Repollo

7

30 - 35

90


Tomate

6

18 - 22

65


Tomillo

12

30 - 35

75 c.p.


* El tiempo varía según el clima predominante durante el desarrollo del almácigo y también depende del adecuado manejo (riegos, nutrición, escardas, etc.).

** Cuando se trata del sistema flotante, éste es el tiempo para hacer el primer trasplante; el segundo se realiza entre 12 y 18 días después del primero.

c.p.: Cosecha permanente formando manojos con las hojas que alcanzan el desarrollo apropiado (cada 2 o 3 semanas).

Cuadro 7. Especies que se siembran por el sistema de trasplante en HHP. Períodos de tiempo transcurridos entre fases.



Aireación



En el sistema de cultivo a raíz flotante es indispensable batir con las manos dos veces por día la solución nutritiva, con el fin de redistribuir los elementos nutritivos por todo el líquido y oxigenar la solución. Sin ello, las raíces empiezan a oscurecerse y a limitar la absorción de nutrientes y agua. Cuando no se agita la solución nutritiva con la debida frecuencia, también se empiezan a formar algas que le dan mal aspecto al cultivo y alteran su desarrollo, porque ellas compiten por los nutrientes destinados a las plantas.

Al realizar la aireación se deben levantar lentamente las láminas evitando romperlas, pues éstas deben durar 10 post-trasplantes o 5 cultivos definitivos. Si no se obtiene esta duración, los costos de producción aumentarán considerablemente, puesto que este es el tiempo de amortización de los materiales.

La aireación se puede hacer levantando y bajando sucesivamente la lámina con las plantas durante 15 segundos; se puede hacer, asimismo, levantando y sosteniendo la lámina y metiendo la mano para agitar y formar burbujas.

Cuando los contenedores tienen dimensiones superiores a un metro, se recomienda partir las láminas en dimensiones apropiadas, dado que las láminas soportan mucho peso (especialmente al final del cultivo cuando cada planta puede pesar más de 280 gramos) y existe mayor riesgo de que se rompan.

Otras Labores De Manejo



En los dos métodos, tanto en el de sustrato sólido como en el de raíz flotante, es importante tener cuidado constante con la presencia de plagas, que pueden afectar la cantidad y la calidad de las cosechas. También debemos evitar que los cultivos reciban excesos de sol o bajas temperaturas, especialmente heladas.

Contra los excesos de sol se puede sombrear los cultivos con una malla oscura para reducir la radiación solar. En algunos países se le llama “polisombra” y en otros “malla rachel”. Comercialmente existen distintas mallas para filtrar diferentes porcentajes de luz, de manera que podemos escoger la que más se ajuste a nuestras condiciones de clima.

Para los excesos de frío se recomienda cubrir los cultivos más susceptibles con plásticos transparentes, preferentemente de uso agrícola, durante los días u horas en que haya más riesgo de que ocurran bajas temperaturas.

Conocer las distancias de siembra directa (cuadro 8) o de trasplante (cuadro 9) recomendadas para las distintas especies, permitirá una buena planificación del espacio de las HHP. La planificación de la época de siembra es esencial. A modo de ejemplo, para las condiciones de Chile se da información sobre las épocas más adecuadas para las especies de siembra directa y de trasplante en los cuadros 10 y 11 respectivamente.

Las HHP pueden permitir producir, además de hortalizas, plantas aromáticas y medicinales. Las distancias de siembra y el lapso de tiempo entre instalación del cultivo y la primera recolección para este tipo de plantas son in formados en el cuadro 12.




DISTANCIA

(cm.)

POBLACION


ESPECIE

ENTRE

ENTRE

PLANTAS




SURCOS

PLANTAS

POR M2


AJO*

10

7

115


ARVEJA

12

10

67


BETARRAGA**

15

10

54


CILANTRO

10

5

162


FRUTILLA

25

25

13


HABA

20

15

27


MELON

30

30

11


PEPINO DE ENSALADA

30

30

11


POROTO SECO

15

15

36


POROTO VERDE

15

15

36


RABANITO

8

5

202


SANDIA

40

40

5


ZANAHORIA

8

10

102


ZAPALLO COMUN

50

40

4


ZAPALLO ITALIANO

50

40

4


* Estas especies se pueden sembrar directamente en el sitio definitivo, pero también por el sistema de trasplante.

** Estas especies se pueden sembrar directamente en el sitio definitivo, pero también por el sistema de trasplante.

Nota: En algunas especies es posible hacer siembras en triángulo, lo cual permite tener algunas plantas más en el mismo espacio sin que se afecte su desarrollo, porque en esta forma hay una mejor distribución del espacio para el desarrollo de las raíces.

Cuadro 8. Especies de siembra directa en HHP. Distancias de siembra recomendadas.




DISTANCIA

(cm.)

POBLACION


ESPECIE

ENTRE

ENTRE

PLANTAS




SURCOS

PLANTAS

POR M2


ACELGA

20

20

21


APIO

20

20

21


BERENJENA

40

40

5


BETARRAGA*

15

10

54


BRÓCOLI

30

25

11


CEBOLLA

12

10

67


CEBOLLIN

10

8

101


CIBOULLET

15

10

54


COLIFLOR

30

30

9


ESPINACA

17

17

28


LECHUGA EN SUSTRATO

20

17

23


LECHUGA FLOTANTE

17

17

28


PEREJIL LISO

15

12

45


PEREJIL RIZADO

15

12

45


PIMENTON

35

30

8


PUERRO

10

10

81


REPOLLO

30

25

11


TOMATE

35

30

8


TOMILLO

17

17

28


* Estas especies se pueden sembrar directamente en el sitio definitivo, pero también por el sistema de trasplante.

Cuadro 9. Especies que se siembran por el sistema de trasplante en HHP. Distancias recomendadas.






EPOCA




ESPECIES

ADECUADA

MEDIANAMENTE

INADECUADA






ADECUADA




AJO

ABR-MAY

JUN-JUL

RESTO DEL AÑO


ARVEJA

MAR-ABR-MAY

JUN-JUL

RESTO DEL AÑO


BETARRAGA

ENE-MAY-AGO-SEP



JUN-JUL-OCT-DIC


CILANTRO

FEB-MAR-ABR



RESTO DEL AÑO


FRUTILLA

SEP-OCT-NOV

MAR-ABR-MAY

RESTO DEL AÑO


HABA

MAR-ABR-MAY

JUN-JUL

RESTO DEL AÑO


MELON

SEP-OCT-NOV



RESTO DEL AÑO


PEPINO DE ENSALADA

SEP-OCT-NOV

FEB

RESTO DEL AÑO


POROTO SECO

SEP-OCT-NOV



RESTO DEL AÑO


POROTO VERDE

SEP-OCT-NOV



RESTO DEL AÑO


RABANITO

MAR A MAY- AGO A NOV

ENE-FEB-DIC

RESTO DEL AÑO


SANDIA

SEP-NOV



RESTO DEL AÑO


ZANAHORIA

ENE-MAY-AGO-SEP

JUN-JUL-OCT-DIC

RESTO DEL AÑO


ZAPALLO ITALIANO

SEP-OCT



RESTO DEL AÑO


Cuadro 10. Especies de siembra directa en HHP. Calendario de épocas de siembra para Chile.






EPOCA




ESPECIE

ADECUADA

MEDIANAMENTE

INADECUADA






ADECUADA




ACELGA

DIC-ENE-FEB

MAR- MAY-SEP-NOV

JUN-AGO


ACHICORIA

NOV-MAR

ABR-MAY

RESTO DEL AÑO


ALBAHACA

AGO-OCT



RESTO DEL AÑO


APIO

NOV-ENE

SEP-NOV

RESTO DEL AÑO


BERENJENA

JUL-SEP



RESTO DEL AÑO


BRÓCOLI

DIC-MAR

ABR-MAY

RESTO DEL AÑO


CEBOLLA

MAY-JUN

JUL-SEP-OCT

RESTO DEL AÑO


CIBOULLET

SEP-NOV

FEB-MAR

RESTO DEL AÑO


COLIFLOR

DIC-MAR

ABR-MAY

RESTO DEL AÑO


ESPINACA

FEB-MAY



RESTO DEL AÑO


LECHUGA EN SUSTRATO

FEB-MAY-SEP-OCT

JUN-JUL-NOV-DIC




LECHUGA FLOTANTE

FEB-MAY-SEP-NOV

DIC-ENE

JUL-AGO


PEREJIL LISO

AGO-MAY

JUN-JUL




PEREJIL RIZADO

AGO-MAY

JUN-JUL




PIMENTON

JUL-SEP



RESTO DEL AÑO


PUERRO

OCT-ABR

MAY-SEP




REPOLLO

NOV-MAR

ABR-MAY

RESTO DEL AÑO


TOMATE

JUL-SEP



RESTO DEL AÑO


TOMILLO

ENE-MAY-AGO-SEP

JUN-JUL




Cuadro 11. Especies que se siembran por el sistema de trasplante en HHP. Calendario de épocas de siembra para Chile.

Nota: En las especies de trasplante, los almácigos sólo deben ser establecidos en las épocas consideradas como adecuadas




DISTANCIAS DE SIEMBRAS

PERIODO DE PRENDIMIENTO


ESPECIE

PLANTAS

SURCOS

A LA PRIMERA RECOLECCION










(DIAS)




BERROS*

10

10



70




HIERBABUENA

30

30



60




HINOJO

25

25



110




MANZANILLA

Al voleo

Al voleo



90




POLEO

15

15



60




TOMILLO

17

17



75




TORONJIL

30

30



70




* Los berros crecen y producen con gran vigor si se siembran en pequeños recipientes plásticos por el sistema flotante, pero sin necesidad de “plumavit”. Sólo la raíz entra en el agua.

Hay que tener la precaución de que las semillas sean nuevas y que no estén contaminadas por prevenir de aguas sucias.

Cuadro 12. Plantas aromáticas y medicinales que se pueden producir mediante el sistema de hidroponía popular.

Nutrición De Las Plantas

Los nutrientes para las plantas a través del sistema de HHP son suministrados en forma de soluciones nutritivas que se consiguen en el comercio agrícola. Las soluciones pueden ser preparadas por los mismos cultivadores cuando ya han adquirido experiencia en el manejo de los cultivos o tienen áreas lo suficientemente grandes como para que se justifique hacer una inversión en materias primas para su preparación. Alternativamente, si las mismas estuvieran disponibles en el comercio, es preferible comprar las soluciones concentradas, ya que en este caso sólo es necesario disolverlas en un poco de agua para aplicarlas al cultivo.

Las soluciones nutritivas concentradas contienen todos los elementos que las plantas necesitan para su correcto desarrollo y adecuada producción de raíces, bulbos, tallos, hojas, flores, frutos o semillas.

Composición De Las Soluciones Nutritivas



Además de los elementos que los vegetales extraen del aire y del agua (carbono, hidrógeno y oxigeno) ellos consumen con diferentes grados de intensidad los siguientes elementos:


Indispensables para la vida de los vegetales, son requeridos en distintas cantidades por las plantas. Entre los que necesitan en cantidades grandes están el nitrógeno, el fósforo y el potasio. En cantidades intermedias el azufre, el calcio y el magnesio. En cantidades muy pequeñas (elementos menores) el hierro, manganeso, cobre, zinc, boro y molibdeno.


Útiles pero no indispensables para su vida: cloro, sodio, silicio.


Innecesarios para las plantas, pero necesarios para los animales que las consumen: cobalto, yodo.


Tóxicos para el vegetal: aluminio.

Es muy importante tener en cuenta que cualquiera de los elementos antes mencionados pueden ser tóxicos para las plantas si se agregan al medio en proporciones inadecuadas, especialmente aquellos que se han denominado elementos menores.

Funciones De Los Elementos Nutritivos En Las Plantas



De los 16 elementos químicos considerados necesarios para el crecimiento saludable de las plantas, 13 son nutrimientos minerales. Ellos en condiciones naturales de cultivo (suelo) entran a la planta a través de las raíces. El déficit de sólo uno de ellos limita o puede disminuir los rendimientos y, por lo tanto, las utilidades para el cultivador.

La localización de los síntomas de deficiencia en las plantas se relaciona mucho con la velocidad de movilización de los nutrientes a partir de las hojas viejas hacia los puntos de crecimiento; en el caso de los elementos móviles (N, P, K) que son trasladados rápidamente, los síntomas aparecen primero en las hojas más viejas. Los elementos inmóviles, como el calcio y el boro, causan síntomas de deficiencia en los puntos de crecimiento.

En algunos elementos, el grado de movilidad depende del grado de deficiencia, la especie y el nivel de nitrógeno. Hay muy poca movilidad del cobre, el zinc y el molibdeno desde las hojas viejas hacia las jóvenes, cuando las plantas están deficientes en esos elementos.

De acuerdo con las cantidades que las plantas consumen de cada uno de ellos (no todos son consumidos en igual cantidad) los 13 nutrientes extraídos normalmente del suelo son clasificados en tres grupos que se describen a continuación.


ELEMENTOS MAYORES



El nitrógeno, fósforo y potasio se denominan “elementos mayores” porque normalmente las plantas los necesitan en cantidades tan grandes que la tierra no puede suministrarla en forma completa. Se consumen en grandes cantidades.


NITROGENO (N): Es absorbido en forma de NO3 y NH4.

Características: Da el color verde intenso a las plantas. Fomenta el rápido crecimiento. Aumenta la producción de hojas. Mejora la calidad de las hortalizas. Aumenta el contenido de proteínas en los cultivos de alimentos y forrajes.

Deficiencia: Aspecto enfermizo de la planta. Color verde amarillento debido a la pérdida de clorofila. Desarrollo lento y escaso. Amarillamiento inicial y secado posterior de las hojas de la base de la planta que continua hacia arriba, si la deficiencia es muy severa y no se corrige; las hojas más jóvenes permanecen verdes.

Toxicidad: Cuando se le suministra en cantidades desbalanceadas en relación con los demás elementos, la planta produce mucho follaje de color verde oscuro, pero el desarrollo de las raíces es reducido. La floración y la producción de frutos y semillas se retarda.


FOSFORO (P): Las plantas lo toman en forma de P2O5.

Características: Estimula la rápida formación y crecimiento de las raíces. Facilita el rápido y vigoroso comienzo a las plantas. Acelera la maduración y estimula la coloración de los frutos. Ayuda a la formación de semillas. Da vigor a los cultivos para defenderse del rigor del invierno.

Deficiencia: Aparición de hojas, ramas y tallos de color purpúreo; este síntoma se nota primero en las hojas más viejas. Desarrollo y madurez lentos y aspecto raquítico en los tallos. Mala germinación de las semillas. Bajo rendimiento de frutos y semillas.

Toxicidad: Los excesos de fósforo no son notorios a primera vista, pero pueden ocasionar deficiencia de cobre o de zinc.


POTASIO (K): Las plantas lo toman en forma de K2O.

Características: Otorga a las plantas gran vigor y resistencia contra las enfermedades y bajas temperaturas. Ayuda a la producción de proteína de las plantas. Aumenta el tamaño de las semillas. Mejora la calidad de los frutos. Ayuda al desarrollo de los tubérculos. Favorece la formación del color rojo en hojas y frutos.

Deficiencia: Las hojas de la parte más baja de la planta se queman en los bordes y puntas; generalmente la vena central conserva el color verde; también tienden a enrollarse. Debido al pobre desarrollo de las raíces, las plantas se degeneran antes de llegar a la etapa de producción. En las leguminosas da lugar a semillas arrugadas y desfiguradas que no germinan o que originan plántulas débiles.

Toxicidad: No es común la absorción de exceso de potasio, pero altos niveles de él en las soluciones nutritivas pueden ocasionar deficiencia de magnesio y también de manganeso, hierro y zinc.


ELEMENTOS SECUNDARIOS



Se llaman así porque las plantas los consumen en cantidades intermedias, pero son muy importantes en la constitución de los organismos vegetales.


CALCIO (Ca): Es absorbido en forma de CaO.

Características: Activa la temprana formación y el crecimiento de las raicillas. Mejora el vigor general de las plantas. Neutraliza las sustancias tóxicas que producen las plantas. Estimula la producción de semillas. Aumenta el contenido de calcio en el alimento humano y animal.

Deficiencia: Las hojas jóvenes de los brotes terminales se doblan al aparecer y se queman en sus puntas y bordes. Las hojas jóvenes permanecen enrolladas y tienden a arrugarse. En las áreas terminales pueden aparecer brotes nuevos de color blanquecino. Puede producirse la muerte de los extremos de las raíces. En los tomates y sandías la deficiencia de calcio ocasiona el hundimiento y posterior pudrición seca de los frutos en el extremo opuesto al pedúnculo.

Toxicidad: No se conocen síntomas de toxicidad por excesos, pero éstos pueden alterar la acidez del medio de desarrollo de la raíz y esto si afecta la disponibilidad de otros elementos para la planta.


MAGNESIO (Mg): Las plantas lo absorben como MgO.

Características: Es un componente esencial de la clorofila. Es necesario para la formación de los azúcares. Ayuda a regular la asimilación de otros nutrientes. Actúa como transportador del fósforo dentro de la planta. Promueve la formación de grasas y aceites.

Deficiencia: Pérdida del color verde, que comienza en las hojas de abajo y continua hacia arriba, pero las venas conservan el color verde. Los tallos se forman débiles, y las raíces se ramifican y alargan excesivamente. Las hojas se tuercen hacia arriba a lo largo de los bordes.

Toxicidad: No existen síntomas visibles para identificar la toxicidad por magnesio.


AZUFRE (S)

Características: Es un ingrediente esencial de las proteínas. Ayuda a mantener el color verde intenso. Activa la formación de nódulos nitrificantes en algunas especies leguminosas (porotos, arvejas, habas, soya). Estimula la producción de semilla. Ayuda al crecimiento más vigoroso de las plantas.

Deficiencia: Cuando se presenta deficiencia, lo que no es muy frecuente, las hojas jóvenes y sus venas toman un color verde claro; el espacio entre las nervaduras se seca. Los tallos son cortos, endebles, de color amarillo. El desarrollo es lento y raquítico.


ELEMENTOS MENORES



Las plantas los necesitan en cantidades muy pequeñas, pero son fundamentales para regular la asimilación de los otros elementos nutritivos. Tienen funciones muy importantes especialmente en los sistemas enzimáticos. Si uno de los elementos menores no existiera en la solución nutritiva, las plantas podrían crecer pero no llegarían a producir o las cosechas serían de mala calidad.


COBRE (Cu):

Características: El 70% se concentra en la clorofila y su función más importante se aprecia en la asimilación.

Deficiencia: Severo descenso en el desarrollo de las plantas. Las hojas más jóvenes toman color verde oscuro, se enrollan y aparece un moteado que va muriendo. Escasa formación de la lámina de la hoja, disminución de su tamaño y enrollamiento hacia la parte interna, lo cual limita la fotosíntesis.

Toxicidad: Clorosis férrica, enanismo, reducción en la formación de ramas y engrosamiento y oscurecimiento anormal de la zona de las raíces.


BORO (B):

Características: Aumenta el rendimiento o mejora la calidad de las frutas, verduras y forrajes, está relacionado con la asimilación del calcio y con la transferencia del azúcar dentro de las plantas. Es importante para la buena calidad de las semillas de las especies leguminosas.

Deficiencia: Anula el crecimiento de tejidos nuevos y puede causar hinchazón y decoloración de los vértices radicales y muerte de la zona apical (terminal) de las raíces. Ocasiona tallos cortos en el apio, podredumbre de color pardo en la cabeza y a lo largo del interior del tallo de la coliflor, podredumbre en el corazón del nabo, ennegrecimiento y desintegración del centro de la betarraga.

Toxicidad: Se produce un amarillamiento del vértice de las hojas, seguido de la muerte progresiva, que va avanzando desde la parte basal de éstas hasta los márgenes y vértices. No se deben exceder las cantidades de este elemento dentro de las soluciones nutritivas ni dentro de los sustratos, porque en dosis superiores a las recomendadas es muy tóxico.


HIERRO (Fe):

Características: No forma parte de la clorofila, pero está ligado con su biosíntesis.

Deficiencia: Causa un color pálido amarillento del follaje, aunque haya cantidades apropiadas de nitrógeno en la solución nutritiva. Ocasiona una banda de color claro en los bordes de las hojas y la formación de raíces cortas y muy ramificadas. La deficiencia de hierro se parece mucho a la del magnesio, pero la del hierro aparece en hojas más jóvenes.

Toxicidad: No se han establecido síntomas visuales de toxicidad de hierro absorbido por la raíz.


MANGANESO (Mn):

Características: Acelera la germinación y la maduración. Aumenta el aprovechamiento del calcio, el magnesio y el fósforo. Cataliza en la síntesis de la clorofila y ejerce funciones en la fotosíntesis.

Deficiencia: En tomates y betarraga causa la aparición de color verde pálido, amarillo y rojo entre las venas. El síntoma de clorosis se presenta igualmente entre las venas de las hojas viejas o jóvenes, dependiendo de la especie; estas hojas posteriormente mueren y se caen.


ZINC (Zn):

Características: Es necesario para la formación normal de la clorofila y para el crecimiento. Es un importante activador de las enzimas que tienen que ver con la síntesis de proteínas, por lo cual las plantas deficientes en zinc son pobres en ellas.

Deficiencia: Su deficiencia en tomate ocasiona un engrosamiento basal de los pecíolos de las hojas, pero disminuye su longitud; la lámina foliar toma una coloración pálida y una consistencia gruesa, apergaminada, con entorchamiento hacia fuera y con ondulaciones de los bordes. El tamaño de los entrenudos y el de las hojas se reduce, especialmente en su anchura.

Toxicidad: Los excesos de zinc producen clorosis férrica en las plantas.


MOLIBDENO (Mo):

Características: Es esencial en la fijación del nitrógeno que hacen las legumbres.

Deficiencia: Los síntomas se parecen a los del nitrógeno, porque la clorosis (amarillamiento) avanza desde las hojas más viejas hacia las más jóvenes, las que se ahuecan y se queman en los bordes. No se forma la lámina de las hojas, por lo que sólo aparece la nervadura central. Afecta negativamente el desarrollo de las especies crucíferas (repollo, coliflor, brócoli), la betarraga, tomates y legumbres.

Toxicidad: En tomate, los excesos se manifiestan con la aparición de un color amarillo brillante; en la coliflor, con la aparición de un color púrpura brillante en sus primeros estados de desarrollo.


CLORO (Cl):

Deficiencia: Se produce marchitamiento inicial de las hojas, que luego se vuelven cloróticas, originando un color bronceado; después se mueren. El desarrollo de las raíces es pobre y se produce un engrosamiento anormal cerca de sus extremos.

Toxicidad: Los excesos producen el quemado de los bordes y extremos de las hojas; su tamaño se reduce y hay, en general, poco desarrollo.

Preparación De Una Solución Concentrada Para HHP



Existen varias fórmulas para preparar nutrientes que han sido usadas en distintos países. Una forma de preparar una Solución Concentrada, probada con éxito en varios países de América Latina y El Caribe en más de 30 especies de hortalizas, plantas ornamentales y plantas medicinales, comprende la preparación de dos soluciones madres concentradas, las que se denominan “Solución Concentrada A” y “Solución Concentrada B”.

La solución concentrada A aporta a las plantas los elementos nutritivos que ellas consumen en mayores proporciones.

La solución concentrada B aporta, en cambio, los elementos que son requeridos en menores proporciones, pero esenciales para que la planta pueda desarrollar normalmente los procesos fisiológicos que harán que llegue a crecer bien y a producir abundantes cosechas.

Solución Concentrada A




Equipo requerido en un sistema artesanal sencillo.


Un bidón plástico con capacidad para 20 litros.


Tres baldes plásticos con capacidad para 10 litros cada uno.


Dos botellas grandes (tinajas, damajuana) de 10 litros como mínimo.


Un vaso de precipitado de 2 litros, o probetas o jarras plásticas aforadas.


Acceso a una balanza con rango de 0.01 hasta 2.000 gramos.


Un agitador de vidrio o de PVC (pedazo de tubo de tres cuartos de pulgada).


Dos cucharas plásticas de mango largo (una grande y una pequeña).


Papel para el pesaje de cada elemento.


Recipientes plásticos pequeños (vasos desechables) para ir depositando el material que se va pesando.


Elementos necesarios para preparar 10 litros.

En una buena balanza se deben pesar los siguientes productos:


Fosfato monoamónico (12 - 60 - 0) : 340 gramos.


Nitrato de calcio : 2.080 gramos.


Nitrato de potasio : 1.100 gramos.


Procedimientos.



En un recipiente plástico se miden 6 litros de agua y allí se vierten uno por uno los elementos anteriormente nombrados (ya pesados), siguiendo el orden anotado; se inicia una agitación permanente. Sólo se echa el segundo nutriente cuando ya se haya disuelto totalmente el primer y el tercero cuando ya se hayan disuelto los dos anteriores. Cuando quedan muy pocos restos de los fertilizantes aplicados, se agrega agua hasta completar 10 litros y se agita durante 10 minutos, hasta que no queden residuos sólidos. Así se obtiene la Solución Concentrada A, que deberá ser envasada en una de las botellas, etiquetada y conservada en un lugar oscuro y fresco.

Solución Concentrada B




Elementos necesarios para preparar 4 litros

Primer Grupo


Sulfato de magnesio : 492 gramos


Sulfato de cobre : 0.48 gramos.


Sulfato de magnesio : 2.48 gramos.


Sulfato de zinc : 1.20 gramos.


Acido bórico : 6.20 gramos.


Molibdato de amonio : 0.02 gramos.

Segundo Grupo


Nitrato de magnesio : 920 centímetros cúbicos.


Quelato de hierro : 8.46 gramos.


Procedimiento.

En un recipiente plástico se miden 2 litros de agua y allí se vierten uno por uno los elementos del primer grupo, ya pesados, siguiendo el mismo orden de la lista; es preferible no echar ninguno antes que el anterior se haya disuelto completamente.

Después, sin dejar de revolver, se agregan el nitrato de magnesio, que es el que viene en forma líquida. Por último agregamos el quelato de hierro, que viene en una presentación comercial granulada conocida como secuestrene hierro 138 ®, aunque también hay otras presentaciones comerciales líquidas; debe preferirse las que vienen en forma de quelato de hierro.

Se disuelven por lo menos 10 minutos más, hasta que no queden residuos sólidos de ninguno de los componentes; después se completa el volumen con agua hasta obtener 4 litros y se agita durante 5 minutos más.













Preparación De La Solución Nutritiva Que Se Aplicará Al Cultivo

Hay dos recomendaciones que deben quedar muy claras desde el comienzo:


Nunca debe mezclarse la Solución Concentrada A con la Solución Concentrada B sin la presencia de agua, pues esto inactivaría gran parte de los elementos nutritivos que cada una de ellas contiene, por lo que el efecto de esa mezcla sería más perjudicial que benéfica para los cultivos. Su mezcla sólo debe hacerse en agua, echando una primero y la otra después.


La proporción original que se debe usar en la preparación de la solución nutritiva es cinco (5) partes de la Solución Concentrada A por dos (2) partes de la Solución Concentrada B por cada litro de solución nutritiva que se quiera preparar. Después, en la medida en que se va adquiriendo mayor experiencia se pueden disminuir las concentraciones, pero conservando siempre la misma proporción 5:2.

Observaciones.


Es indispensable no excederse en las cantidades recomendadas, pues podría ocasionarse intoxicaciones a los cultivos.


El agua que se utiliza para esta preparación es agua común y corriente, a la temperatura normal (20 - 25 grados centígrados), aunque sería preferible utilizar agua destilada si su costo no fuera muy alto.


Para preparar, guardar y agitar los nutrientes en preparación, concentrados o ya listos como solución nutritiva, se deben utilizar siempre materiales plásticos o de vidrio; no se deben usar agitadores metálicos ni de madera, pero puede emplearse un pedazo de tubo de PVC de 50 cm. de largo.

Solución Nutritiva Para Sustratos Sólidos



La preparación de la solución nutritiva que se aplica directamente al cultivo en sustrato sólido se realiza en la forma que se indica en el cuadro 13.




CANTIDADES




CONCENTRACION

AGUA (lt)

CONCENTRADO A (cc)

CONCENTRADO B (cc)


TOTAL

1

5

2


MEDIA

1

2.5

1


UN CUARTO

1

1.25

0.5


Cuadro 13. Soluciones nutritivas de distintas concentraciones para sustrato sólido.

Nota: Obsérvese que a pesar de variar la dosis de las soluciones concentradas A y B, la proporción siempre es 5:2.


Aplicación.

Si se necesita aplicar solución nutritiva para las plantas pequeñas (entre el primero y el décimo día de nacidas) o recién trasplantadas (entre el primero y el séptimo día después del trasplante) y en climas cálidos, se emplea la Concentración Media (2.5 cc de nutriente concentrado A y 1 cc de nutriente concentrado B, por cada litro de agua). La concentración media es utilizada en períodos de muy alta temperatura y mucho sol, porque en esas épocas el consumo de agua es mayor que el de nutrientes.

Para plantas de mayor edad (después del décimo día de nacidas o del séptimo de trasplantadas), debe usarse la Concentración Total (5 cc por 2 cc por litro de agua aplicado). Esta es la concentración que debe aplicarse también en época fría y de alta nubosidad, porque en estas condiciones la planta consume mayor cantidad de nutrientes.

Para cultivos de forraje hidropónico se utiliza la Concentración un Cuarto (1.25 cc de solución A y 0.5 cc de Solución B por litro de agua), empezando a regar un día después de que haya ocurrido la germinación del 50 % de las semillas sembradas en el contenedor.


Volumen de solución nutritiva por metro cuadrado.

Según sea el caso, de cada una de estas concentraciones preparadas se aplican entre 2 y 3.5 litros de solución nutritiva por cada metro cuadrado de cultivo.

El volumen menor de solución nutritiva se utiliza cuando las plantas están pequeñas y en climas frescos o fríos, y las mayores cuando las plantas están preparando la floración o la formación de sus partes aprovechables (raíces, bulbos, tubérculos) o en climas calientes.

Si se observa que el sustrato se seca mucho durante el día, bien sea porque la temperatura es muy alta o porque hay vientos en la zona de cultivo o porque el sustrato no tiene buena capacidad de retención de la humedad, es necesario aplicar una cantidad adicional de agua, pero sin nutrientes. Es indispensable este humedecimiento adicional, porque si el sustrato se seca la planta deja de absorber aunque haya nutrientes dentro de él.

Algunas variaciones relacionadas con la concentración de la solución, la cantidad que se debe aplicar y otros detalles que tienen que ver con una buena nutrición se van aprendiendo en la medida en que se adquiere experiencia y destreza en el manejo de los cultivos y siempre en consulta con los técnicos u otras personas capacidades en HHP.

Ejemplo:

Preparación de 10 litros de solución nutritiva para aplicar en un cultivo en sustrato sólido (debería alcanzar para regar entre 3.5 y 5.0 m² de cultivo, dependiendo de su edad y de la temperatura de la época en que se aplica).

Se toma un recipiente plástico con 10 litros de agua, se añaden 50 cc de solución concentrada A, se debe revolver y luego medir 20 cc de solución concentrada B. Se revuelve nuevamente y así se obtiene una solución nutritiva para aplicar al cultivo. Se vierte esta solución en una regadera o botella plástica que tenga pequeñas perforaciones en la tapa y se aplica lentamente al cultivo, cuidando que el riego sea uniforme en todo el contenedor, incluidos los bordes, pero sin regar por fuera.

La cantidad de solución nutritiva que se recomienda aplicar cada día oscila entre 2 y 3.5 litros por metro cuadrado. Esta cantidad depende principalmente del estado de desarrollo del cultivo y del clima.


Hora, frecuencia de aplicación y lavado de excesos.

La aplicación (riego) de la solución nutritiva debe realizarse diariamente entre las 7 y las 8 de la mañana, a excepción de un día a la semana, en que se debe regar con agua sola y en el doble de la cantidad usual de agua pero sin agregar nutriente. Con esto se lavan a través del drenaje los excesos de sales que se pudieran haber acumulado dentro del sustrato y se evitan los daños que causarían si permanecieran allí.

Los excesos de solución nutritiva que salen por el drenaje del contenedor cuando se riega cada día en la mañana, pueden ser reutilizados en los próximos riegos. Al final de la semana, este líquido no se usa más.

Aunque desde el punto de vista de la eficiencia no es lo mejor, en regiones muy asoleadas y de intenso calor durante el día se podría aplicar al anochecer para evitar quemaduras a las hojas, lo que también se puede evitar si después de aplicar la solución nutritiva se riega con una pequeña cantidad de agua para lavar los excesos que hayan podido quedar sobre la planta.

Recomendaciones Para El Uso De Soluciones Comerciales



Las formulaciones comerciales, generalmente importadas, de la mayoría de los nutrientes para hidroponía vienen preparadas según las exigencias de los cultivos, por lo que sólo se necesita mezclarlas y aplicarlas con agua sobre el sustrato.

Estos nutrientes, bien sea que vengan en forma de polvo o de líquido, se deben aplicar en el área de las raíces, tratando de mojar lo menos posible sus hojas, para evitar toxicidad a las hojas y la aparición de enfermedades.

No se deben confundir los nutrientes para uso hidropónico con los nutrientes foliares. Los primeros contienen todos los elementos que una planta necesita para su normal desarrollo y son absorbidos por la raíz, los segundos son sólo un complemento de una fertilización radical que se supone ya se hizo con otros fertilizantes completos de absorción radical. Los fertilizantes foliares se absorben a través de las hojas. Los nutrientes foliares son un complemento y no un sustituto de la nutrición que debe hacerse a través de la raíz.

La anterior es la razón por la cual muchos hidroponistas principiantes han fracasado en sus primeros intentos, pues pretenden satisfacer las exigencias alimenticias de sus plantas con un nutriente que apenas es un complemento que puede ser eficientemente absorbido por las hojas, pero que, por su parcial composición no puede reemplazar a la nutrición que se hace por la vía radical. Los fertilizantes foliares son fabricados con sales de alta pureza, justamente para que puedan ser absorbidos por las hojas. Esta equivocación, además de producir muy pobres resultados, aumenta considerablemente los costos de producción por metro cuadrado, ya que el proceso de preparación y la composición de este tipo de nutrientes complementarios es muy costoso.

El nutriente hidropónico debe contener y aportar en forma balanceada todos los elementos que una planta necesita para crecer sana, vigorosa y dar buenas cosechas.

En el mercado agrícola de cada país, por lo general hay otros productos completos para nutrir cultivos hidropónicos. Al conseguir uno de ellos se debe preguntar al vendedor cuál es la dosis, forma, época y frecuencia de aplicación.

Se recomienda que el nutriente comercial que se seleccione, además de tener nutrimientos mayores y secundarios, también tenga menores, pues hay que recordar que son trece los elementos necesarios para que una planta crezca sana y produzca bien, ya que los sustratos no tienen elementos nutritivos. Lo que no se aporta con la solución nutritiva no llegará a la planta, ocasionándose por lo tanto deficiencias nutricionales que afectarán el rendimiento en cantidad y calidad.

En algunos países existen presentaciones comerciales en forma granulada para ser aplicadas mezcladas con el sustrato sólido. Este tipo de productos, de mayor costo, se aplica una vez al sustrato; después, durante tres meses sólo es necesario agregar agua, porque el producto va liberando lentamente los elementos nutritivos que contiene. Algunos de estos nutrientes de liberación lenta no se recomiendan para alimentar plantas comestibles y su uso se restringe a plantas ornamentales, por lo que es necesario atender las recomendaciones técnicas de los fabricantes, que por lo general aparecen en la etiqueta externa del envase.

Aplicación De La Solución Nutritiva En Medio Líquido O Raíz Flotante



En el caso del sistema de raíz flotante, lo primero que se debe hacer es calcular la cantidad de agua que contiene el contenedor del cultivo. Una forma de hacerlo es midiendo y luego multiplicando el largo por el ancho y por la altura que alcanza el agua. Si la medición se hace en centímetros, el resultado que se obtiene se divide por mil. Ese resultado es el volumen de agua que contiene la cama de cultivo (expresados en litros).

Ejemplo:

Un contenedor que tiene un largo de 150 cm, ancho de 100 cm y altura de 10 cm:


150 x 100 x 10 = 150.000 cm³, dividido por mil = 150 litros.

Ahora, por cada litro de agua que hay en el contenedor, se deben aplicar 5 cc de la solución concentrada A y 2 cc de la solución concentrada B. Esto quiere decir que para el ejemplo anterior, al contenedor que contiene 150 litros de agua se deben aplicar 750 cc de la Solución Concentrada A y 300 cc de la Solución Concentrada B, y se agita bien para que las dos soluciones se mezclen en forma homogénea con el agua.

Esta solución nutritiva correspondería aplicarla en un cultivo de plantas grandes, en época fría. Nuevamente se debe recordar que las soluciones concentradas A y B nunca deben mezclarse solas sin la presencia de agua.

Mantenimiento De La Solución Nutritiva En Medio Líquido (Aireación)



Al menos dos veces al día se debe agitar manualmente este ambiente líquido de tal forma que se formen burbujas, lo cual hace posible la aireación de la solución nutritiva. Con esto, las raíces hacen mejor su trabajo de absorber el agua y los elementos nutritivos, lo que incide muy positivamente en su desarrollo. Si no hay aire (oxígeno) en el área de las raíces, ellas primero dejarán de absorber nutrientes y agua y luego empezarán a morir.

Mantenimiento Del Nivel De Líquido De Los Contenedores

Cada vez que el nivel del agua baja en forma apreciable se debe rellenar sólo con agua. Cada tercera vez que se rellena, se agrega a la cantidad de agua añadida, la mitad de la concentración que se aplica inicialmente. Por ejemplo, si la tercera vez que se debe rellenar con agua el contenedor, se necesitarán 10 litros de agua para completar el volumen inicial, entonces se debe aplicar 25 cc de la Solución Concentrada A y 10 cc de la Solución Concentrada B.



























































Manejo Y Control De Plagas

El manejo de la nutrición mineral es fundamental en el éxito de la HHP, ya que éste es el factor que permite a las plantas su desarrollo y producción. Sin embargo, este proceso puede ser alterado por enemigos externos que buscan aprovecharse de las buenas condiciones de desarrollo en cualquiera de sus estados, desde los almácigos hasta la cosecha, afectando con su presencia tanto la cantidad como la calidad de los productos hortícolas.

Es importante aprender a reconocer los organismos que generalmente viven dentro de los cultivos, ya que no todos ellos son perjudiciales para las plantas y, por el contrario, algunos son benéficos porque se alimentan de los que sí son plagas; dentro de estos insectos benéficos es común encontrar a las llamadas chinitas, matapiojos o Chrysopa, avispas, etc.

La primera recomendación y en la que más se pone énfasis es revisar diariamente la huerta, o parte de ella si es muy grande. En estas revisiones se trata de detectar la presencia de insectos adultos (que estén buscando donde poner sus huevos), de localizar a los huevos para destruirlos, o de encontrar los gusanos o pulgones cuando están en sus primeros días de desarrollo. Esta revisión debe hacerse en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde, ya que después de la salida del sol la temperatura se eleva y los insectos no son fácilmente localizables, dado que se han escondido para protegerse.

La revisión diaria o cada dos días recorriendo toda la huerta disminuirá considerablemente el número de insectos presentes, puesto que:


La eliminación constante y gradual que vamos haciendo de sus diferentes estados permitirá romper el ciclo vital de las plagas.


Las visitas, con revisión detallada de las plantas y sus hojas y brotes más nuevos, causarán a las plagas un ambiente hostil para su permanencia, por lo que buscarán otro lugar para habitar, alimentarse y reproducirse.

Las plagas que más se presentan en los cultivos de HHP son los insectos. Entre éstos son muy frecuentes los gusanos o “cuncunillas”, que no son otra cosa que las larvas de las mariposas, que nacen cuatro o cinco días después de que ellas han puesto los huevos, generalmente por detrás de las hojas.

Otra plaga bastante común y dañina son los pulgones o áfidos, que se presentan sobre todo en los períodos secos y calurosos, aunque también los hay en otras épocas de clima menos benigno.

También llegan a ser importantes los daños causados por las babosas o caracoles. Estos se presentan en abundancia en las épocas lluviosas y frías, cuando el área de la huerta permanece húmeda por mucho tiempo. Sólo son activos durante la noche y se esconden al amanecer, por lo que en la mañana hay que tratar de ubicarlos en los sitios oscuros y protegidos, cercanos a los contenedores.

En las huertas en las cuales se usará cascara de arroz como sustrato, ya sea solo o en mezcla, son frecuentes los daños causados por los pájaros que llegan en búsqueda de granos de arroz o de semillas, produciendo también daño o consumiendo a las plántulas pequeñas y a las semillas de lechuga, rabanito, arveja u otras hortalizas que se han sembrado.

Además del constante cuidado de la huerta y de favorecer la permanencia de los organismos benéficos, es posible aplicar otros métodos sencillos y económicos de control que no contaminan el ambiente ni a los productos cosechados. Algunas de estas técnicas son:


Colocar banderas de plástico de color amarillo intenso impregnadas con aceite de transmisión o de caja de cambios de auto. El color amarillo atrae a muchas especies de insectos que, al posarse sobre la lámina plástica, se quedan pegados.


También se puede usar una “lavaza” o solución concentrada de jabón que corrientemente se usa para lavar la ropa, la cual se aplica con un atomizador en forma de rocío. Es muy eficiente para controlar pulgones y larvas desnudas pequeñas.


Colocar trampas de luz encima o dentro de un recipiente con agua y aceite quemado durante una o dos horas cada noche.


Usar cebos o trampas atrayentes para controlar babosas y caracoles.


Poner espantapájaros de diferentes tipos.

Además, como complemento de estas prácticas que por si solas reducirán los posibles daños atribuibles a plagas, se pueden aplicar, a intervalos, extractos o sumos de las siguientes plantas: ajo, ají, eucalipto, orégano, ortiga, paico, ruda, tabaco y otras más.

Algunas de estas plantas ejercen efectos directos o urticantes sobre ciertos insectos que tienen piel desnuda. La mayoría actúa como repelente debido a sus fuertes olores, haciendo que los adultos no encuentren un buen ambiente para depositar sus huevos, y las larvas que están sobre el cultivo descienden del follaje al sustrato donde ya no harán ningún daño.

A modo de ejemplo, veremos como se prepara y utiliza un extracto de ajo. Primero se pelan y muelen todos los dientes de tres cabezas de ajo de tamaño mediano (30 dientes aprox.) hasta formar una papilla o masa blanda. Esta masa se vierte en un recipiente de vidrio o plástico y se agrega agua hirviendo hasta que la masa quede cubierta. Se guarda el recipiente bien tapado durante 5 días. Después de este tiempo ya se puede utilizar, filtrando de tres a cuatro cucharadas soperas (30 cc aprox.) por cada medio litro de agua. Se aplica esta solución con un pulverizador sobre los cultivos. Es conveniente ir alternando los diferentes extractos, que se preparan de igual manera cada semana.

El anterior procedimiento es similar para preparar cualquier otro insecticida natural a base de las plantas ya mencionadas; solo varía un poco la cantidad de material a utilizar.

Contra las babosas o caracoles se pueden utilizar sacos húmedos impregnados con residuos de cerveza o levadura. Estos se colocan al atardecer en algunos lugares de la HHP. Las babosas son atraídas por el olor de la levadura y se ubican debajo del saco. Al día siguiente por la mañana se levanta el saco y se eliminan las babosas en forma manual.

Costos Y Rentabilidad De La Huerta Hidropónica Popular

Además de ser una actividad muy productiva, la HHP es compatible con las tareas del hogar, el estudio y los oficios normales de cada uno de los miembros de una familia. El sistema no exige exclusividad, pero si constancia y dedicación de una pequeña cantidad de tiempo diario. Es una actividad complementaria, que puede ser desempeñada en conjunto por todos los miembros de la familia de acuerdo con el tiempo libre que cada uno esté dispuesto a dedicar a la huerta.

Los beneficios que se pueden derivar de la hidroponía popular se pueden dividir en dos grupos: los de Tipo Social y los de Tipo Económico, que se expresan como rentabilidad o ingresos netos.

Beneficio Social

El beneficio social se obtiene como producto del cambio de las condiciones de vida de las familias, considerando una mejor calidad de la alimentación, la protección de la salud y la obtención de ingresos. Los nuevos ingresos permitirían autofinanciar el funcionamiento y la expansión de la huerta, además de cubrir pequeñas necesidades diarias que antes estaban insatisfechas.

El beneficio también se refleja en el cambio de actitud de las familias y de las comunidades, que dejan de ser miembros pasivos para convertirse en miembros activos en el proceso de su propio desarrollo. Es importante resaltar cómo los niños asumen actitudes muy positivas a través de estas actividades productivas, que aparte de permitirles cosechar productos comestibles les da la posibilidad de adquirir tempranamente conocimientos prácticos que les hacen menos abstractas algunas áreas del saber, como sucede con la química, la biología y otras.

Rentabilidad Económica

El beneficio económico o rentabilidad es la que se espera obtener mediante la explotación continuada y sistemática de HHP en superficies superiores a 30 metros cuadrados de cultivos, buscando obtener un rendimiento económico por los gastos incurridos y el trabajo realizado.

A modo de ejemplo: Un adecuado manejo de las HHP ha demostrado en distintas experiencias y ensayos que el costo total de la producción por metro cuadrado se paga con la venta de 13 lechugas, estimándose además una perdida de tres lechugas por metro cuadrado y por cosecha.

Es imprescindible para ello establecer una programación que incluya todas las etapas por las que atraviesan los cultivos seleccionados como más promisorios, considerando condiciones ambientales, posibilidades técnicas de manejo y mercados disponibles para la venta. Lo importante es tener algún tipo de producto disponible para la venta en todas las épocas del año.

Para determinar la rentabilidad económica es necesario definir los costos de producción, el precio de venta y la diferencia entre éstos dos o la utilidad. Los costos de producción son de dos tipos:


Costos de instalación de la huerta.


Costos necesarios para que funcione en cada período productivo.

Los costos de instalación incluyen el valor de los contenedores, los plásticos, los sustratos, las mangueras, las herramientas y toda la inversión necesaria para empezar. Esta será amortizada a lo largo de varias cosechas. También se consideran aquí los equipos necesarios para la preparación, almacenamiento y aplicación de los nutrientes y los insecticidas naturales, tales como bidones, baldes, atomizadores y otros.

Los costos de funcionamiento comprenden el agua, los nutrientes, el aceite y los productos para el control de las plagas cuando hay que comprarlos (ajo, ají, etc.), un cuaderno para anotaciones técnicas y contables, y la mano de obra.

Para comprender mejor el tema de la rentabilidad, se presentará un ejemplo con unas de las especies más aceptadas, tanto por los cultivadores como por los consumidores, como es el caso de la lechuga (cuadros 14 y 15). Se determinará el costo de producción en el sistema de Raíz Flotante que es el preferido por quienes tienen el propósito de establecerse como empresa rentable, ya que la producción se logra en menos tiempo y con menor esfuerzo físico, pero con mayor dedicación y constancia.




Insumos



Costo Total / m²

(US$)

Amortización Número de Cosechas (US$)

Valor imputable por m²




Contenedor de madera

4.70

20

0.23


Plástico negro

0.36

5

0.07


Plumavit

1.29

5

0.25


Herramientas

1.03

10

0.10


Equipo

1.51

10

0.15


Mano de obra

2.05

10

0.20


Subtotal





1.00


Imprevistos





0.50


Total costos fijos m²





1.50


Cuadro 14. Costos fijos de instalación. ( cambio aplicado CH $473 por US$ 1.00, 27 de agosto de 1999).


Insumos

Costo Total / m² (US$)

Valor imputable por m²/cosecha (US$)


31 Plántulas de almácigo de 35 días

0.48

0.48


Solución nutritiva

0.63

0.63


Insecticidas naturales

0.05

0.05


Mano de obra

1.80

1.80


Subtotal



2.96


Imprevistos 5%



0.15


Total costos variables



3.11


Costo total (costos fijos + costos variables)



4.61


Cuadro 15. Costos variables de producción (para una cosecha).

En algunos países o lugares, deberá considerarse además el costo de las coberturas para proteger los cultivos del exceso de sol, de las heladas o de las lluvias ácidas, lo que aumenta el valor de los costos por metro cuadrado en aproximadamente 1.5 a 2 dólares.

Ingresos

Estimando pérdidas del 9% sobre 31 lechugas, se obtienen 28 unidades, cuyo precio de venta se estima en US$ 0.31. Lo anterior permite un ingreso bruto de US$ 8.68 / m².

Utilidad = Ingreso Total - Costo Total

Utilidad = 8.68 - 4.61 = US$ 4.07 por m²/cosecha de lechugas.

I.R. (Indice de Rentabilidad) = Utilidad x 100

Inversión Total

I.R. = 4.07 x 100 = 88.28

4.61

Se debe enfatizar que dentro de los costos está considerado el valor de la mano de obra aportada por la familia, con lo que se tiene el doble de beneficio del empleo más la rentabilidad del cultivo. Los costos fijos calculados en el empleo podrían ser menores si se utilizan maderas de segunda mano o usadas. En muchos países es posible conseguir “palets” o tarimas para estibar carga en los puertos marítimos o aéreos, que al desarmarlos dan tablas de buena calidad y de dimensiones muy uniformes.

El anterior ejemplo puede ser considerado como una base para determinar la rentabilidad de otros cultivos, que puede ser diferente dependiendo de las ventajas comparativas o de factores adversos que existan para el cultivo y la comercialización de algunas especies. Hay especies más convenientes en unos países que en otros pero, en general, en la mayoría de ellas la rentabilidad económica es alta, especialmente en el cultivo de la lechuga, que en todos los países ha demostrado ser el mejor cultivo tanto del punto de vista técnico como económico.



Como se ha visto, las Huertas Hidropónicas Populares permiten obtener beneficios sociales y económicos. Depende de la dedicación y constancia el que estos beneficios se transformen en una realidad que ayudará a mejorar la calidad de vida de las familias.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario